En el marco de la exposición titulada Contra el Paisaje (Galería el Anexo/Arte Contemporáneo 2014), enfocada de realizar una revisión de la noción de paisaje realizada desde los códigos propios de su representación, tanto a nivel hegemónico (espacios expositivos, historia del arte) como a nivel objetual (tradición paisajista, representación, obra de arte), se propone la colocación de un deshumidificador en la sala de exposiciones para condensar el paisaje, embotellándolo a razón de 100 ml por hora durante todo el desarrollo expositivo.
Cada hora gotean 100 mililitros de paisaje en forma de H2O, agua destilada y desmineralizada aunque cargada de trayectorias discursivas, reflexiones, inmanencia, microorganismos y demás pulsiones que, gracias a la condición reflexiva del espacio expositivo, representan una síntesis territorial de la noción de paisaje que la exposición remueve, poética que condensa de forma significante el marco aurático objetual y las políticas que ejerce la institución sobre los objetos que visibiliza y valoriza.